Mediante este documento obligatorio para las viviendas o locales en venta o alquiler desde el pasado 1 de junio de 2.013 se acredita la eficiencia energética al futuro comprador o inquilino.
Tiene una validez de 10 años y es responsabilidad del propietario del inmueble su renovación.
El certificado clasifica con un código de color y una letra (del verde al rojo y de la A a la G), en función del mayor o menor número de emisiones de CO2 del inmueble. La letra A es la mejor calificación que se puede obtener (menores emisiones) y la G corresponde a la peor clalificación (mayores emisiones).
Esta simbología es análoga a la que nos podemos encontrar en electrodomésticos o aparatos que consumen energía eléctrica.
En el certificado también se proponen medidas con las que poder mejorar la calificación obtenida.